sábado, 25 de mayo de 2013

VIDA DE ESTE ACTOR








Viernes 24 de mayo. Teatro La Latina. 23:30. Luna llena.

Una larga fila de público espera ansiosa la entrada al Teatro. Hay personas de toda condición: adolescentes, jóvenes y también gente madura con ganas de pasarlo bien; todos se han dado cita en la noche del viernes para asistir a la función de EL INTÉRPRETE, el espectáculo que desde el 22 de marzo llena hasta la bandera el viejo Teatro La Latina. 

Comienza el ritual: las entradas en la mano, el acceso a la sala, la búsqueda de la localidad, el contacto con la butaca, las primeras miradas al escenario aún vacío para comprobar como "veremos" la función desde la localidad adquirida. El escenario, un triángulo equilátero aforado con dos grandes cortinones rojos bermellón con toques de purpurina dorada aquí y allá. A la izquierda, en el lado base del triángulo, tres hombres con sus instrumentos: bajo, percusión y teclados; Gherardo Catanzaro con el piano, el contrabajista Enrico Barbaro y Tao Gutiérrez a la percusión.

En el palco, junto a mi localidad, descubro a Andrés Lima y a Juan Cavestany; no son los únicos profesionales del teatro que han venido a aplaudir a su compañero. Reconocemos los rostros de otros actores, directores, actrices y dramaturgos, estudiantes de la RESAD, productores, gente de la farándula, que aguardan expectantes, como yo, el inicio de la función. 

Unos minutos después comienza la música. Al fondo se abre una puerta. De la penumbra emerge una figura que se sitúa en el centro de la escena y enciende una cerilla. Es él, Asier Etxeandía, EL INTÉRPRETE. Durante el tiempo que tardan en arder en sus dedos dos fósforos, Asier nos introduce en lo que vamos a ver: estamos en 1984, un niño vasco, al que se le da mal el colegio porque no le gustan los jesuitas, se encierra en su cuarto para cantar, cara a la pared para que las notas reboten, las canciones que vibran en su imaginación. A este viaje, con el niño narrador y el intérprete que cumple los deseos de aquel niño, se apunta el auditorio entero desde el instante en el que la voz y el cuerpo de Asier Etxeandía marcan el inicio de la travesía, con el primer tema musical. Y con una máxima: "Expresar el amor". En nuestras  butacas, aunque de carne y hueso, los asistentes haremos las veces de esos amigos invisibles que acudieron a los conciertos de Etxeandia en su infancia.


Y es que EL INTÉRPRETE es una interesante mezcla de monólogo y musical; para hilar el texto, Etxeandia ha contado con la ayuda del dramaturgo Álvaro Tato. Hilvanadas, las canciones preferidas de Asier van desfilando por escena. Desde Chavela Vargas a Janis Joplin, pasando por sus satánicas majestades los Rolling Stones, o el gran David Byrne, las predilecciones del actor van abriéndose hueco ante el entusiasmo del público, junto a Kurt Weill, Héctor Lavoe, Lucho Gatica, La Lupe, Gardel o David Bowie. Una selección musical muy ecléctica, temas con energía que le ayudan a Asier a contar, a estallar en escena.

Las canciones recorren la peripecia vital del actor de Los días no vividos, Los abrazos rotos o la obra de teatro La avería, dirigida por Blanca Portillo. El intérprete alienta a vivir los sueños, desde el lado salvaje de la vida. Nos invita a ser lo que realmente queremos ser, a practicar el amor, el sexo, el deseo y todas aquellas manifestaciones del placer que nos ofrece una existencia que algunos quieren rebajar a cero.


Asier Etxeandía es un grandísimo artista, un verdadero intérprete, versátil, potente. Su voz es un instrumento de alto voltaje y su cuerpo responde con precisión en cada gesto, en cada movimiento. Maravilla verle jugar con el vestuario y los objetos de atrezzo que adquieren vida en sus manos. 


El martes anterior, hemos asistido a la representación de LA CHUNGA, el texto de Mario Vargas Llosa que se representa en el Teatro Español. Y ahí está Asier, dándolo todo. Y el lunes, en doble función, lo hemos podido ver en LA CASA DE LA PORTERA, con la obra SAGRADO CORAZÓN, 45. Un Asier dramático y enorme. 


Tres obras en cartel, tres. Y un mismo actor. Un gran actor. Un excelente intéprete: Asier Etxeandía. 


EL INTÉRPRETE. CON ASIER ETXEANDÍA

TEATRO LA LATINA

HASTA EL 16 DE JUNIO

Dirección: 
Lautaro perotti, Santi Marín y Alvaro Tato

Producción: Factoría Madre Constriktor









1 comentario:

  1. Hola Juan Antonio,

    Mil gracias por esta entrada en tu blog tan maravillosa. Tus palabras nos llenan de orgullo.

    Solo quería aclarar que la dirección de "El Intérprete" es de Lautaro perotti, Santi Marín y Alvaro Tato.

    Eduardo Mayo y José Padilla son los directores de "Sagrado corazón 45".

    Muchas gracias! Y enhorabuena por este cuaderno de crítica teatral.

    Jose Luis Huertas
    Factoría Madre Constriktor

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