domingo, 13 de enero de 2013

INTIMIDACIÓN POR LOS CLÁSICOS

El grupo de investigación dramatúrgica del Seminario ¿Qué hacer con los clásicos?, desarrollado por el Nuevo Teatro Fronterizo y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, muestra en Madrid los resultados alcanzados.




"Si nos dejamos intimidar por una concepción falsa, superficial, decadente y pequeño burguesa del clasicismo, jamás llegaremos a ofrecer representaciones vivas y humanas de las obras clásicas". Estas palabras de Bertold Bretch sobre el trabajo de intervención dramatúrgica en los textos clásicos, constituyen una de las premisas iniciales con las que José Sanchis Sinisterra, director del seminario, ha abordado la investigación, cuyos resultados se mostrarán el próximo día 21 de enero, en un pase especial en la sala de ensayos de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

El Seminario parte de una idea del propio Sinisterra, basada en una experiencia realizada hace quince años, en la que el propio autor reunió a Juan Mayorga, Yolanda Pallín y Borja Ortíz de Gondra, entonces jóvenes dramaturgos, para acometer la tarea de estudiar desde una óptica distinta a los grandes autores dramáticos del siglo de oro español.

En esta ocasión Sinisterra ha seleccionado a un grupo de cinco dramaturgos, cinco directores y cinco intérpretes, con el objetivo de estudiar textos de Cervantes, Lope de Vega y Calderón. El viejo celoso, de Miguel de Cervantes; Los cabellos de Absalón, de Calderón de la Barca y Lo fingido verdadero, de Lope de Vega, han sido los materiales propuestos por el director.

"Pretender la fidelidad es una quimera. Es necesario mostrar que las relaciones entre personajes encubren otras relaciones", señala Sinisterra, que pone énfasis "en los desfases existentes entre pensamiento, sentimiento, acción física y palabra, a la hora de realizar una lectura actual del texto clásico".

Lectura contemporánea para la que Sinisterra reclama: "tener en cuenta la enciclopedia del espectador. Es preciso observar lo que debemos mantener, sustraer o añadir para que el público de hoy tenga una experiencia estética valiosa". El planteamiento del dramaturgo valenciano para la intervención en los textos se basa en quince parámetros, que abarcan cinco diferentes ámbitos: semántico, referencial, poético, estructural y sintagmático.

En la exhibición de los resultados se mostrarán ocho piezas extraídas de las obras citadas, con la obra de Calderón como la más revisitada por los participantes en el Seminario, que ha contado entre otras con la presencia de las actrices Ana Fernández y Blanca Portillo, que por motivos profesionales no podrán formar parte del elenco de la muestra, los actores Joaquín Notario y Ernesto Arias, los dramaturgos Ernesto Filardi  y Lucía Vilanova, o los directores José Bornás y Eduardo Fuentes.

El público asistente podrá ver ocho piezas con muy diversas intervenciones, que van desde "la versión apocalíptica de Los cabellos de Absalón, con rayos láser y música electrónica", que defiende Carlos Molinero, a la partida de cartas en donde se juega un reino, según la versión de Kike Torres de un fragmento de la misma obra, dirigido por Eduardo Fuentes. Por su parte, Félix Gómez-Urda, dramaturgo y también director en esta ocasión, señala: "He alterado la fábula de Lo fingido verdadero, y he convertido el sacrificio de Ginés, el patrono de los actores, en la misión suicida de un activista, que por amor es capaz de cometer un atentado contra la vida del césar, símbolo del imperialismo que domina el mundo".

Todos los participantes coinciden en lo estimulante que está resultando la experiencia y no esconden una cierta presión ante las expectativas que se puedan haber generado ante la muestra. 

La cita es el lunes, 21 de enero de 2013 en la sala de ensayos de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, a las 19:00 horas, con asistencia libre, previa invitación.


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