martes, 22 de enero de 2013

Echegaray, 'crítico por un día'

Difícil dilema el del autor condenado a ejercer la crítica, siquiera por un rato. Como pone de relieve el artículo de Echegaray, el creador se ve comprometido, por un lado, a opinar sobre aquel que suele dedicarse, justamente, a emitir juicios sobre su obra. Por otro lado, se siente halagado por haber sido tenido en cuenta para tal empresa. Y debatiéndose en cualquier caso entre la venganza y la complacencia.

La crítica y la creación artística constituyen dedicaciones profundamente distintas, aunque en la práctica muchas veces desarrolladas por un mismo individuo a lo largo de su vida. En teoría, por tanto, perfectamente compatibles; en teoría. En la práctica parece complicado, al menos, poder llevar a cabo ambas al mismo tiempo.

La creación artística, como todo acto de desnudamiento, vuelve vulnerable al creador ante el mundo que contempla su obra. Tanto más, cuanto mayor sea la honestidad de esta. En ese sentido, como ya hemos comentado en otros artículos, la crítica debería ser especialmente cuidadosa en vigilar su propio carácter constructivo y edificante.

No es extraño que ante el dilema del creador de ser 'crítico por un día' ese conflicto entre la venganza y la benevolencia conduzca a un enmudecimiento como resultado. Esto es justamente lo que se observa en el artículo de Echegaray, que se escuda en un elogio de Clarín, más basado en la amistad y el respeto que en criterios concernientes al propio texto que prologa.

No es extraño, pero sin embargo tal vez sí innecesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario